19 agosto 2014

La tartamudez infantil: orientaciones

La tartamudez infantil o disfemia consiste en una alteración de la fluidez del habla y de la organización temporal de la misma, presentando una serie de interrupciones en ella que se producen en una frecuencia superior a la normal. Los síntomas que presenta son los siguientes:


  • Prolongación o repetición de palabras, sílabas, sonidos, etc.
  • Cambios en la velocidad del habla
  • Alteración en el tono de la conversación
  • Alteración de la respiración
  • Excesiva tensión muscular en los órganos usados para el habla
  • Aceleración en el ritmo cardíaco
  • Temblores y nerviosismo
  • Vergüenza, ansiedad, y frustración cuanto al habla

Son bastantes los casos que podemos encontrar de niños que sufren este trastorno del leguaje, alrededor de un 5%. Pero la gran mayoría lo supera pronto, excepto aquellos en los que existe otro trastorno más importante del lenguaje y en los que la tartamudez es solo otro síntoma de su problema real.
Algunos estudios afirman que es resultado de la interrelación entre factores biológicos, psicológicos y sociales. Otros, se concentran más en el factor psicológico. Creen que la ansiedad influye de forma determinante en el habla de los niños. Algunas pautas educativas poco correctas también pueden causar la tartamudez. La presión sobre el niño en cuanto a su forma de hablar le puede provocar ansiedad  y consecuentemente, dar paso a la tartamudez.
La tartamudez no es una enfermedad
Otros estudios se centran más en el factor biológico. Afirman que la estructura de los tejidos en una región del hemisferio izquierdo del cerebro es significativamente diferente en los tartamudos. No que su cerebro sea defectuoso, pero que puede que esta alteración sea una de las causas de la tartamudez.

La genética, según algunos expertos, también presenta cierta predisposición a la tartamudez. Pero no en todos los casos. Sin embargo, es frecuente encontrar niños tartamudos cuyos padres, u otro familiar, haya tenido el mismo trastorno.
¿Qué podemos hacer los adultos que estamos en contacto con un niñ@ tartamud@?

En primer lugar, hemos de crear un ambiente de normalidad cuando el niño esté hablando. En ningún caso le hemos de llamar la atención por que hable de determinada manera. Esto sólo logrará ponerlo nervioso, y bloquearlo, con lo que lograremos que cada vez se exprese menos por temor a ser el centro de las posibles recriminaciones o de posibles burlas.
Jamás debemos etiquetar a un niño de tartamudo. No hemos de hacer mención de su problema, y tratarlo de una manera muy “natural”. Poco a poco lo irá superando seguro, así que nada de etiquetas.
Cuando esté hablando no debemos ayudarle a acabar las frases, aunque esté tartamudeando. Debemos dejarlo pacientemente a que acabe de decir lo que quiere de manera tranquila, y mucho menos mostrar fastidio o darle prisa para que acabe de hablar.
Debemos reducir la cantidad de preguntas directas que les hacemos, ya que de esta manera estamos, al centrar nuestra atención en sus respuestas provocamos un estado de nervios que le provocan más tartamudez.
Debemos también proporcionar modelos de habla fluida (frases cortas y lenguaje sencillo) que ellos intentarán imitar, primero de manera consciente, y pronto de manera inconsciente.
Y, finalmente, y probablemente lo más importante, es que debemos hablar con los niños diariamente de manera distendida, en un clima de seguridad y tranquilidad, ya que aquí es donde lso niños se expresan con más libertad y, por tanto, el problema del tartamudeo tenderá a desaparecer.


Fuente: http://www.guiainfantil.com/; http://actividadesinfantil.com/

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