Como educadores tenemos que conocer muy bien las características de nuestro alumno y, además, tener en cuenta una serie de estrategias de intervención educativa.
En este post vamos a ver algunas de las estrategias de Intervención Educativa que podemos llevar a cabo con nuestros alumnos con discapacidad visual.
ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN EDUCATIVA:
CONSIDERACIONES GENERALES
- La visión no puede ser nunca ahorrada ni gastada sino que mientras más se usa mejora el funcionamiento visual. Por tanto hay que animar a los alumnos deficientes visuales a que usen su visión lo más posible y en el mayor número de tareas.
- El papel blanco y la tinta negra son los que proporcionan máxima visibilidad y un mayor contraste.
- Algunos alumnos leen lentamente, a menudo moviendo la cabeza o el libro en lugar de los ojos, e incluso adoptando posturas “raras” que no deben ser corregidas. Cuando se cansan pueden perderse, saltarse líneas o leer peor, hay que tenerlo en cuenta y cambiar de actividad si están muy cansados.
- Considerar a los alumnos deficientes visuales como personas videntes. Ayudarles a comportarse como individuos que ven, pero teniendo en cuenta la deficiencia visual que tienen para no exigirles visualmente más de lo que pueden hacer.
- Usar las palabras “mirar “ y “ver” con toda naturalidad.
- Enseñarlos a trabajar manteniendo el contacto de los ojos con los objetos y, especialmente con las personas.
- Estimular la exploración exterior en el patio de recreo, clases de Educación Física, etc., permitiendo las caídas normales ocasionadas por el mal cálculo de las distancias o el no ver un objeto. Debemos evitar la sobreprotección.
- Recordar que los aparatos para visión insuficiente (gafas, lupas, telescopios etc) sólo pueden facilitar el uso de la visión que tiene una persona, y que no pueden devolverle la visión normal.
- Tener en cuenta que el funcionamiento visual puede variar de un día a otro o de una situación a otra.
- Apoyo de pedagogía terapéutica y audición y lenguaje. Para alumnos con ceguera, existe la posibilidad de escolarización temporal en Centros de Recursos Educativos de la ONCE para el aprendizaje del Braille y técnicas de orientación y movilidad.
- Sistema Braille para alumnos con ceguera. Es un código de lectoescritura cuya unidad básica es la celdilla o espacio, compuesto por 6 puntos distribuidos en dos columnas que representan números, letras, notas musicales, signos de puntuación… La lectura consiste en desplazar las yemas de los dedos de izquierda a derecha a lo largo de las líneas. Existen teclados e impresoras con salida braille.
- Presentación de estímulos por vías sensoriales para desarrollar la coordinación intersensorial.
- Entrenamiento del resto visual de los alumnos para favorecer la adquisición y discriminación de información del exterior.
- Reforzar el lenguaje, ofreciéndole explicaciones verbales que apoyen el reconocimiento de objetivos y del medio que le rodea.
- Apoyar el vocabulario nuevo en sus conocimientos previos y en elementos manipulativos.
- Favorecer la deambulación independiente y el cuidado de su aspecto externo.
- Actividades de coordinación óculo manual como ensartables, actividades de cosido, seguimiento de caminos, laberintos, discriminación figura – fondo.
- Uso de materiales de audiodescripción cuando se utilicen materiales audiovisuales.
- Adaptaciones curriculares significativas para trabajar desde su zona de desarrollo potencial y sus posibilidades reales de aprendizaje.
- Cuidar el ruido ambiental, reduciéndolo lo máximo posible.
- Uso de materiales adaptados como calculadoras Braille, ábacos, hojas de relieve, señalizadores, regletas de pre-escritura, sintetizadores de voz, juegos sensoriales, juegos de ordenador adaptados…
- Para alumnos con ceguera: máquina Perkins, Optacom, sonobraille…
CONSIDERACIONES AMBIETALES
Referentes a la iluminación:
- Es conveniente que las fuentes de luz con las que trabaja el alumno lleguen por la parte superior trasera izquierda (si es diestro) o derecha (si es zurdo).
- Hay que evitar, en la medida de lo posible cualquier tipo de “reflejo” que se pueda originar en sus materiales de trabajo, ya que impedirían una correcta percepción de los caracteres impresos o gráficos, por ello es necesaria la utilización de papel mate, evitando los de tipo brillante.
- En cuanto a la intensidad de luz necesaria, depende de la patología visual del alumno, en caso de fotofobia el alumno necesitará menos cantidad de luz.
- En cualquier caso preguntar a los alumnos pues ellos mejor que nadie saben cómo ven y que dificultades tienen.
Referentes a la ubicación en el aula.
- Conviene situarlo en un lugar cercano al profesor y a la pizarra.
- Deberá disponer de una mesa o tablero abatible (atril), con el fin de acercar los materiales impresos a sus ojos, y no al contrario, evitando así malas posturas de la espalda.
- Eliminar en la medida de lo posible cualquier ruido ya que para el alumno deficiente visual el oído le proporciona gran parte de la información, complementado la información visual a veces escasa que recibe.
- Respetar sus necesidades (dejar que se levante de la mesa para acercarse al encerado, animarle a que pregunte cuando no ve algo en la pizarra etc).
Referentes a la pizarra
- Evitar que se produzcan reflejos en la pizarra.
- Al escribir en la pizarra cualquier carácter gráfico, al alumno le supondrá un gran esfuerzo captarlo visualmente, por lo que debería decirse en voz alta todo lo que se escribe en ella, para así permitir que pueda ser comprendido y copiado por el alumno.
- En cualquier caso, escribir con letra amplia, clara y separada en el encerado.
Fuentes:
Información: Copia literal de:
ONCE: Orientaciones dirigidas a profesores de
alumnos con deficiencia visual.
Los apuntes del Profesor Javier Tomás Bórnez Plana, asignatura Psicopatología, UCJC.
Imágenes:
http://www.fsc-inserta.es/
www.discapnet.es
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