En educación no siempre podemos recoger datos en el momento
en que se producen para luego analizarlos, por lo que muchas veces se hace
necesario recurrir a técnicas que permitan analizar datos ya recogidos.
Así, entre los documentos escritos que podemos analizar se encuentran, entre otros, documentos personales, como cartas, diarios o memorias; obras de carácter literario, entre las que se encuentran poemas, cuentos o novelas; documentos institucionales, a saber reglamentos, carteles o folletos; informaciones periodísticas, como anuncios o artículos; productos del trabajo de campo, como historias de vida y obras de carácter científico, entre las que se encontrarían revistas, libros o enciclopedias, entre otros Fernández Chaves (2002). Para ello contamos con la técnica del análisis de contenido.
Así, entre los documentos escritos que podemos analizar se encuentran, entre otros, documentos personales, como cartas, diarios o memorias; obras de carácter literario, entre las que se encuentran poemas, cuentos o novelas; documentos institucionales, a saber reglamentos, carteles o folletos; informaciones periodísticas, como anuncios o artículos; productos del trabajo de campo, como historias de vida y obras de carácter científico, entre las que se encontrarían revistas, libros o enciclopedias, entre otros Fernández Chaves (2002). Para ello contamos con la técnica del análisis de contenido.
El análisis de contenido es una técnica que permite el
análisis de documentos ya escritos, lo que hace que se convierta en una técnica
de gran valor en investigación educativa, ya que no siempre podemos recoger
nosotros mismos la información.
En educación, al resolver un problema de investigación,
muchas veces debemos recurrir a documentos ya elaborados por otras personas,
como artículos, libros, autobiografías, etc. Debido a la existencia de una gran
variedad de documentos susceptibles de análisis, es necesario contar con una
técnica que permita analizarlos y obtener información fiable y válida, como es
el caso del análisis de contenido. Así, como hemos podido ver a través de la
historia, esta técnica ha sido utilizada desde tiempos remotos, y poco a poco
se ha ido constituyendo en una técnica cada vez más estructurada y que permite
obtener resultados fiables intentando evitar una de las principales formas de
sesgo en la investigación, como es la subjetividad del investigador. Además,
también hemos visto que en un principio el análisis de contenido se aplicaba al
análisis de la publicidad, pero hoy en día su utilización se ha extendido a
otras muchas disciplinas, entre las que se encuentra la educación.
Aunque hay diversas definiciones acerca del análisis de contenido todos los
autores coinciden, de una u otra forma, en que es una técnica que permite
describir, de forma objetiva, sistemática y cuantitativa, el contenido de un texto.
Así, el análisis de contenido adquiere importancia ya que entendemos que
cualquier texto, sea cual sea el momento de su producción o la temática que
aborde, es susceptible de análisis.
A pesar de esto, considerado uno de los aspectos más positivo
de la técnica, por otra parte también hay que considerar que el procedimiento a
través del cual se lleva a cabo el análisis es complicado. La falta de acuerdo
en la importancia de cada variable, la complicación en el proceso de su medición
y la subjetividad con la que pueden venir afectadas las medidas en función de
la importancia que le dé el lector (en caso de ser un texto, por ejemplo) a
cada variable, hacen de este instrumento una fuente de controversia en un mismo
análisis, por tanto, es posible que la investigación en la que utilicemos este
instrumento se vea afectada en cuanto a la corroboración de los datos por otro
investigador. Aunque la sistematicidad del análisis de contenido intenta
reducir al máximo la subjetividad de investigador, ya que se basa en el
análisis de textos escritos por otras personas, es imposible que la
subjetividad del investigador no quede plasmada, por ejemplo, en la elección de
las categorías.
Otro de los aspectos a tener en cuenta a la hora de utilizar
esta técnica, son una serie de errores en los que podemos caer, como analizar las palabras fuera de su contexto o
darle más relevancia a los aspectos cuantitativos que a los cualitativos, ya
que esta técnica permite ambos tipos de análisis.
A pesar de ello, como aspecto positivo, hay que destacar que
se trata de un instrumento fácil de manejar en cuanto que no necesita de
distintos espacios, de autorización de personas, o de su colaboración, entre
otros aspectos.
Señalar también que, si bien esta técnica requiere llevar a
cabo un análisis de forma sistemática y que esto puede suponer un trabajo
bastante complejo, si se realiza de forma adecuada, el resultado que
obtendremos será fiable y nos permitirá dar respuesta a nuestro problema de
investigación.
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