18 junio 2014

El efecto Pigmalión

Hoy me gustaría hablar acerca de un experimento que se hizo en el año 1968 por Robert Rosenthal y Lenore Jacobson sobre las expectativas de los maestros en el aula, que sustenta la teoría de la profecía autocumplida, o el efecto Pigmalión.
Como padres y profesores tenemos que tener en cuenta que las expectativas que generemos sobre nuestros pequeños van a ser un gran determinante en su forma de hacer y ser.


En el experimento realizado, Jacobson y Rosenthal demostraron que las expectativas del maestro sobre el rendimiento de los alumnos repercutía en las calificaciones de los estudiantes. Aquellos alumnos que el profesor suponía que lograrían los mejores resultados correspondían en su conducta a esa expectativa, a pesar que tal previsión carecía de fundamento (midieron primero el CI de todos ellos, siendo similar en todos los alumnos). Indicaron a los profesores que algunos de los alumnos iban a "madurar" de un momento a otro y que lograrían resultados extraordinarios, los docentes no sabían que los investigadores habían confeccionado la lista de los alumnos con supuestos "resultados extraordinarios", al azar.
La información que suministraron a los maestros no se basaba en las calificaciones obtenidas en los test iniciales. El único dato con que se contaba para predecir los resultados de los estudiantes, eran las expectativas sembradas en el maestro.

Al final del año, se administró la misma prueba a todo el grupo. Los resultados indicaron que aquellos alumnos que fueron calificados como “madurez repentina” y “resultados extraordinarios”, superaron en todo a sus condiscípulos.
Los profesores en general, calificaron al grupo que les dijeron que tendrían buenos resultados como de gran desempeño, como estudiantes que tenían un gran futuro por delante, como interesantes, alegres y con mayor curiosidad intelectual que aquellos que no habían recibido la designación de los investigadores.
Las expectativas del maestro, que son las inferencias que hace el docente sobre el aprovechamiento actual y futuro de los alumnos y sobre la conducta escolar general, funcionan como profecías autocumplidas.

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