Al igual
que la lectura, la escritura no es inherente al cerebro humano, debe ser
aprendida y automatizada. Es un proceso gradual que requiere tiempo.
Para leer
al igual que para escribir, se requiere del conocimiento del abecedario (código
arbitrario) y de la asociación con su correspondiente sonoro que son los
fonemas (conciencia fonológica ).
La
escritura de un niño debe atravesar etapas previas antes de escribir
alfabéticamente y comprender del todo lo que escribe. Luego deberá perfeccionar
esa escritura respetando la ortografía y pudiendo sustituir su imprenta
mayúscula por trazos más elaborados como son las cursivas.
Al igual
que la lectura, la escritura verdadera es la que posee componentes fonológicos.
El escribir su nombre correctamente no nos indica que entiende el principio
alfabético, sino cuando empieza a representar fonéticamente alguno o todos los
sonidos de las palabras.
Al
automatizar la escritura alfabética el niño se verá en condiciones de fijase en
el aspecto ortográfico y en poner toda su atención en el cuidado del grafismo.
Según
Emilia Ferreiro:
ETAPA
pre-fonética
PRE
SILÁBICA: aún no
hay comprensión del principio alfabético, por lo tanto no hay correspondencia
grafema-fonema.
En esta
primera etapa, el niño utiliza un conjunto indistinto de letras asignándole
cualquier significado. El niño solo comprende que las letras se utilizan para
escribir palabras. Sin embargo, esta primera forma de escritura espontánea no
es totalmente arbitraria. Existen dos hipótesis que el niño arriesga respecto
al funcionamiento de la lengua:
1.
Hipótesis de la cantidad: el niño estima que no existen palabras de solo una
letra. Establece un mínimo de dos o tres letras por palabra.
2.
Hipótesis de la variedad: el niño estima que al menos dos de las letras deben
ser diferentes. Dos letras iguales, “no dicen nada”.
ETAPA
fonética:
1.SILÁBICA: el niño puede detectar al menos un
sonido de la sílaba, generalmente vocales o consonantes continuas.
En esta
etapa, el niño establece una relación entre la cadena sonora oral dada por la
pronunciación y la cadena gráfica que utiliza para la escritura. Cada letra,
representa pues, una sílaba. A su vez, podemos diferenciar dos hipótesis:
1.
Hipótesis silábica sin valor sonoro: no existe correspondencia
entre el sonido de la sílaba y la letra elegida para representarla.
2.
Hipótesis silábica con valor sonoro: existe alguna correspondencia
entre el sonida de la sílaba y la letra elegida para representarla.
2.SILÁBICA-ALFABÉTICA: el niño empieza a detectar y
representar algunas sílabas en forma completa.
En esta
etapa, el niño descubre que la relación que se establece entre grafía y fonema (la articulación oral), se
corresponde a un sistema fonético y no silábico, por lo tanto, se necesita una
letra para representar cada sonido.
3.ORTOGRAFICA el niño puede detectar todos
los sonidos y representarlos adecuadamente con su letra.
El niño
descubre que el sistema de escritura no es unívoco (igual sonido, igual
grafía). Se trata pues, de un sistema ortográfico convencional en el cual
existen irregularidades que permiten representar la diversidad de la lengua y
permiten una comunicación mucho más precisa y amplia que la que permite la
oralidad.
En definitiva, se trata de
capitalizar los saberes previos de los niños respecto al funcionamiento de la
lengua escrita y favorecer un aprendizaje por descubrimiento, esto es, un
aprendizaje significativo.
Estas
investigaciones han podido determinar, a grandes rasgos, es, cuales son los
pasos que los niños recorren para construir espontáneamente su conocimiento
respecto a la lengua escrita.
Los métodos
que luego se desarrollaron teniendo en cuenta este marco teórico, requieren una
observación crítica, la psicogénesis como tal es una teoría y no un método.
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